Ante la caída del mercado automotor mundial provocada por la pandemia del coronavirus, los fabricantes de automóviles y proveedores cerrarán 2020 con pérdidas económicas de las que no se tiene registro alguno.
Con el confinamiento de las personas, el cierre de puntos de venta y la suspensión de la producción, el covid-19 ha provocado que la industria automotriz esté sufriendo un colapso a nivel global.
Todo esto provocará que al final de 2020 la venta de automóviles nuevos caiga cerca de un 20%, en comparación con 2019. Dicho de otra manera, este año se dejarán de vender más de 18 millones de vehículos.
Obviamente que este inmenso descenso provocará que las compañías del sector automotor disminuyan su facturación en casi 28.000 millones de dólares a lo largo de 2020, según un estudio elaborado por la consultora Kiriom.
Ante este impacto económico se pronostica que el sector no recuperará los niveles previos a la pandemia hasta al menos 2022; no obstante, los expertos destacan que unas empresas sufrirán más que otras.
De igual forma, el estudio muestra las próximas líneas de actuación previstas en el sector automotor. Básicamente, seguirán dos grandes tendencias que se orientan hacia la digitalización de la oferta, apoyada en la fuerza de venta de los distribuidores, que verán muy potenciado su rol activo en la búsqueda de clientes frente a la prevista caída de las visitas.
Entre las conclusiones de este estudio también se indica que el canal digital verá duplicado su tamaño para 2025, mientras que los eléctricos podrían frenar su crecimiento, castigado por falta de innovación y alto precio.
