Con el objetivo de reducir la contaminación acústica y limitar las carreras de autos clandestinas en la vía pública, el gobierno local de Nueva York aprobó un proyecto de ley que aumenta las multas a los vehículos que generen exceso ruido.
De esta manera, el proyecto SLEEP (Stop Loud and Excessive Exhaust Pollution) elevó de 150 dólares a 1.000 dólares la multa a los propietarios de vehículos que generen exceso de ruido por el escape.
Pero, además de multar a los conductores, la ley se modificó para que también sean sancionados económicamente los dueños de las tiendas que vendan sistemas de escape ilegales y los instalen en autos que no sean de uso exclusivo en la pista.
De hecho, si un negocio de este tipo es sorprendido más de tres veces por vender o instalar sistemas de escape ruidosos, el estado retirará su licencia de operación.