Contrario a Donald Trump, Joe Biden desarrolla un ambicioso plan que busca incrementar el parque de vehículos eléctricos En Estados Unidos.
Para demostrar que esto no es una simple promesa, el presidente estadounidense firmó una orden ejecutiva que establece un objetivo ambicioso y no vinculante para la adopción de vehículos eléctricos en el transcurso de la presente década.
Particularmente, Joe Biden quiere que, para 2030, la mitad de todas las ventas de vehículos nuevos en EE. UU. esté representada por modelos electrificados; es decir, eléctricos de batería, eléctricos de celda de hidrógeno e híbridos plug-in.
Frente a este plan, General Motors, Ford, Stellantis, BMW, Honda, Volkswagen, Toyota, Hyundai y Volvo están dispuestos a colaborar, para lo que se realizará una inversión continua en infraestructura de carga y estaciones de hidrógeno.
Según el gobierno Biden, los nuevos estándares de emisiones ahorrarán cerca de 200 mil millones de galones de gasolina, eliminarán alrededor de 7.500 millones de toneladas métricas de CO2 y generarán unos 140 mil millones de dólares en beneficios netos. De igual forma, los cambios también ahorrarán al consumidor promedio hasta 900 dólares en combustible.
Conforme a esta estrategia, el Senado otorgará 7.500 millones de dólares para construir estaciones de carga. Además, aún no se decide si se otorgarán incentivos adicionales y exenciones fiscales a las personas que compren vehículos eléctricos.
En caso de lograrse el objetivo en su totalidad, las emisiones de gases de efecto invernadero de los automóviles de pasajeros se reducirán en 60% para finales de la década, en comparación con los niveles de 2020.