Pareciera que la tendencia de rediseñar los logotipos de las marcas de autos se volvió una competencia. Ahora es Renault la que decide renovar su emblema que simboliza a un diamante.
Si de por sí la imagen corporativa de Renault se destaca por su forma simple, esta vez el logotipo lo es aún más con la renovación efectuada.
Desde 1923, esta es la novena vez que la marca francesa rediseña su logotipo (sexta desde que adoptó la forma de diamante), la primera fue en 1923, la segunda en 1925, la tercera en 1959, la cuarta en 1972 y la quinta en 1992.
A diferencia del último cambio que sufrió el logotipo, en esta oportunidad el diseño, que sigue siendo reconocible de inmediato, deja de ser tridimensional y, curiosamente, toma como base el emblema de 1972.
De esta forma es más icónico, sencillo y significativo, a la vez que no lleva efectos ni colores superfluos, con una apropiación contemporánea de las líneas.
Comparándolo con el logotipo de la década de 1970, esta vez solo emplea dos rombos en lugar de cuatro y, de acuerdo con la marca, las líneas simbolizan una simbiosis, un ciclo, un camino entre dos figuras que se entrelazan por un efecto óptico, creando una complementariedad y la impresión de movimiento continuo.
Además de su sencillez, el nuevo logotipo de Renault no lleva firma ni tipografía. Esto en conjunto facilita su animación; por ejemplo, en vídeo o medios digitales, pero también al ponerlo en los vehículos.
Este nuevo logotipo se aplicará gradualmente en los vehículos Renault y aparecerá con orgullo en los modelos que se lanzarán en 2022. Para 2024, toda la gama llevará este nuevo emblema.
En sintonía con los tiempos y alardeando de modernidad, el logotipo de Renault encarna a la perfección la era de la 'Nueva Ola' en la que entró el fabricante.
