Luego de tres años de trabajo, la empresa tecnológica rusa REMC (Russian Engineering and Manufacturing Company) acaba de obtener las certificaciones para llevar a producción su propuesta de movilidad eléctrica: un diminuto auto eléctrico llamado ZETTA (Zero Emission Terra Transport Asset).
El Zetta no es un auto eléctrico cualquiera, puesto que tiene un precio inicial en Rusia de 450 mil rublos, unos 6.200 dólares, con lo que se convertiría en el eléctrico más económico del mundo. Atención, que además de convertirse en el primer auto eléctrico ruso, se contempla su exportación, dependiendo, obviamente, de cumplir con los criterios de homologación en materia de seguridad.
Se trata de un city car de dos puertas y dos plazas, que mide apenas 3,03 metros de largo y 1,60 metros tanto de ancho como de alto, con dos metros justos de distancia entre ejes y con una trocha de 1,27 metros. Son cifras similares a las de un Smart EQ Fortwo, que cuesta hasta cuatro veces más.
Utiliza una plataforma eléctrica propia denominada e-car, que se vale de cuatro motores de inducción, uno para cada rueda. Cada uno eroga 20 kW de potencia (27 hp) para un total cercano a los 100 caballos. Estos propulsores se alimentan de una batería de 10 kWh de capacidad, que, según la marca, alcanza de sobra para 200 km de autonomía. Como dato comparativo, el smart EQ cuenta con una batería más grande, de 17,6 kWh, y homologa en ciclo WLTP sólo 130 km.
Vale añadir que la base del proyecto es que esta plataforma sea modular y permita construir distintos tipos de carrocería sobre ella, incluyendo vehículos comerciales compactos.
Por ahora se desconoce el interior del auto, por lo que, asumimos, su diseño interior no está acabado, si bien la salida a producción está prevista para finales de 2020.
REMC estima una producción anual de 15 mil unidades en su planta de Togliatti, capital industrial de Rusia.