En los últimos años, la Fórmula 1 no tuvo ningún monoplaza que portase el Nº 1. Algo tan tradicional y característico de los campeones dejó de ser parte de la categoría en 2015, cuando el campeón reinante, Lewis Hamilton, prefirió continuar utilizando el “44”, número escogido el año anterior ante el nuevo sistema de numeración que empleó la Máxima Categoría. Desde entonces, gracias a sus posteriores conquistas (2017, 2018 y 2019) y al retiro de Nico Rosberg (2016) tras su consagración, el “1” perdió su lugar, al menos hasta que la corona cambie de dueño y este elija utilizarlo.
¿Cuál es la razón por la que Hamilton prefiere el “44” en lugar del “1”? Es algo más fuerte que el simple hecho de mostrarle al resto su supremacía.
La clave está en la infancia
El británico a sus 10 años, llevando el "44" en los laterales y frente de su kart.
La elección del seis veces campeón del mundo se vincula con sus inicios en el automovilismo. Así lo explicó a finales del año pasado, en ocasión de la entrega del galardón de la BBC Sports a la Personalidad (británica) del Deporte 2019: “Es el número que usé en mis inicios en el kartismo. Lo tomé de la patente del auto de mi papá, que era F44, antes de mi primera carrera”, comentó el campeón, quien desde entonces lo considera su número de la suerte.
En 2014, Hamilton debió elegir un número para utilizar durante el resto de su trayectoria en la F1. No dudó: el "44". En ese año sumó su segundo título, lo que le dio el derecho a tener el Nº 1 al año siguiente, algo que no llevó a cabo. “A mí el “1” no me genera nada. Lo puede tener cualquiera que sale campeón, como Vettel o en su momento Schumacher. En cambio, el “44” no lo usó nadie. Es el número de mi familia, mí número”, expresó el monarca en aquel entonces, avalado por la regulación impuesta en el mismo 2014, que no obliga al campeón a utilizar el número más bajo de la clasificación. Desde ese momento se convirtió en el primero y, por ahora, único campeón de la F1 en defender la corona (y además con éxito) con un número diferente al "1".
Casualidad o no, hasta 2014 Hamilton solo había logrado un campeonato: el de 2008, único año en el que utilizó el No. 22. Si duplicamos ese número… sí, da 44.
Marca registrada
Hamilton en la conferencia de prensa de un Gran Premio de los últimos años, luciendo uno de los tantos modelos de gorras diseñados con su número.
Más allá del aspecto afectivo, la relación entre Hamilton y el “44” se volvió icónica para la F1 como consecuencia del rotundo éxito del británico en estos últimos años, que además lo posicionó en la historia grande de la Máxima Categoría. De ello también derivó el incremento de seguidores y por ende el mayor tráfico en redes sociales de mensajes y publicaciones que utilizan el "#LH44", entre otras alusiones. Obviamente, también generó un éxito comercial, gracias a la oferta de camisetas, gorras y distintos productos típicos del mercadeo, derivado de tal guarismo.