Mercedes-Benz está preparando el retorno de uno de sus íconos más exclusivos: la Clase G Cabriolet, ahora en formato de cuatro puertas. Las primeras pruebas dinámicas ya comenzaron en Austria, marcando el regreso de una variante que dejó de fabricarse en 2013 pero que sigue siendo muy apreciada por los entusiastas del lujo y la aventura.
En esta etapa inicial, los ingenieros se enfocan en recopilar datos para garantizar que la conducción con el techo abierto mantenga la estabilidad y el confort característicos de la Clase G. Más adelante, la camioneta será sometida a pruebas invernales en Suecia, donde deberá enfrentar nieve, hielo y temperaturas extremas para confirmar la resistencia del chasis y la fiabilidad del sistema de techo.
Aun camuflada, la silueta clásica se mantiene: faros circulares, formas rectas, rueda de repuesto exterior y un techo de lona eléctrico, que se plegará sin alterar la esencia del vehículo. El diseño busca ofrecer un equilibrio entre tradición y modernidad, manteniendo el ADN de la Clase G.
Mercedes-Benz no ha confirmado los motores, pero se espera que incluya un seis cilindros electrificado, un V8 AMG y, posiblemente, un diésel para algunos mercados. También se especula sobre variantes mild-hybrid para cumplir con las normativas actuales.
El debut oficial ocurrirá en 2026, según adelantó la marca, que promete más novedades durante el proceso de desarrollo. Con su regreso, la Clase G Cabriolet podría convertirse en uno de los modelos más aspiracionales del segmento todoterreno premium.
