Hace unos días, Toyota y Subaru anunciaron algo para este cinco de abril. Aunque especulamos con varias opciones, resultó ser la más lógica y sencilla de todas: la presentación del GR86 2022.
El GR86 no es más que la segunda generación del GT86, que ahora cambia su nomenclatura para entrar al portafolio de Gazoo Racing, la división deportiva de Toyota, donde también encontramos al GR Supra y al GR Yaris. Obviamente, es el gemelo del Subaru BRZ, el cual también entró en su segunda generación el año pasado, así que ambos autos comparten prácticamente todo, salvo decoraciones interiores, logos y la imagen frontal.
Tal como sucedió con el BRZ, el auto está basado en la plataforma anterior del modelo, pero mucho más revisada para ofrecer mejor calidad dinámica. Por ejemplo, la estructura es 50% más rígida en general y 60% más rígida específicamente en el tren delantero, lo que permite tener una sensación muy neutral y balanceada. También se bajó el centro de gravedad y hay más aluminio (en el capó, techo y guardabarros frontal) para ayudar al reparto de pesos.
Mucho se ha dicho sobre que Toyota quiere diferenciar más a ambos autos, así que el GR86 debería tener una calibración de suspensión y dirección distinta, probablemente más orientada a la pista, pero finalmente es algo que solo los verdaderos pilotos podrán advertir; quienes puedan sacar ventaja de aquellas diferencias.
Dimensiones
El auto mide exactamente lo mismo que el BRZ.
- Largo: 4.264 mm
- Ancho: 1.775 mm
- Alto: 1.310 mm
- Distancia de despeje al piso: 130 mm
- Distancia entre ejes: 2.575 mm
Siempre se tiende a buscar rasgos humanos en objetos inanimados. Con los autos pasa exactamente lo mismo, en especial por cómo se aborda la identidad en la “expresión” del auto. El GR86 parece enfadado de verdad, mientras que el BRZ tiene una percepción extraña: no sabemos si llora de felicidad o tiene una mirada más maliciosa.
Diseño: ¿cómo los diferenciamos?
- Me gustaría creer que las luces tienen exactamente la misma forma, por lo que podrían ser intercambiables; sin embargo, el formato es distinto, porque el BRZ lleva luces LED más envolventes que las del GR86, en forma de L. Al parecer, los proyectores interiores son iguales.
- El frontal del BRZ es más redondeado, con una toma de aire principal más alargada y angosta, lo que permite diseñar un alerón en la parte baja. Por su parte, el GR86 tiene una trompa más baja que se ensancha discretamente hacia el final del parachoques. Además, la parrilla tiene una trama distinta tipo "matriz", no como las rejillas del BRZ.
- El GR86 tiene dos entradas de aire más finas, en forma de L, las que acompañan la trompa del auto. En el BRZ estas entradas son distintas y, de lejos, parecen dos "lágrimas".
- Obvio: los emblemas.
- Los rines son los mismos, pero el Toyota los lleva de color negro, mientras que el BRZ los usa de color gris. Aunque esto podría cambiar según versión. Lo mismo para los espejos.
El resto se conserva, incluyendo las branquias laterales, las luces traseras, el techo, que toma el efecto doble burbuja (muy discreto), los pasos de rueda son más marcados y la zaga tiene un sutil alerón integrado al baúl; al igual que el difusor inferior y las salidas de escape.
El interior tampoco presenta diferencias con respecto al BRZ. Lo que sí es interesante es que las versiones automáticas del GR86 compartirán con el BRZ el sistema de cámaras EyeSight de Subaru. El sistema multimedia también cambia de acuerdo con la marca, pero aparte de eso, todo se remite a insignias o a colores de tapicería distintos.
La calidad percibida mejora bastante, con comandos optimizados, más equipamiento y materiales más cuidados. Se añade también un cuadro de instrumentos digital cuyo diseño hace referencia discreta al estilo del motor bóxer. Identificamos también mezcla de algunas piezas que son parte de la identidad de cada marca. Por ejemplo, el volante es 100% Toyota, pero los botones de las puertas y las manijas vienen de los estantes de Subaru.
Motor
El anterior motor FA20 de dos litros, da paso a un nuevo motor FA24 aspirado, el mismo que anima al Evoltis o el WRX, pero sin turbo y con el sistema de doble inyección D-4S de Toyota. También tiene distribución por cadena, doble árbol de levas y gestión activa y dual valvular para admisión y escape (D-AVCS).
- La potencia sube de 205 hp a 228 hp (en algunas fichas técnicas se lee 235 caballos, eso tiene que ver con las diferencias métricas entre PS, HP, WHP, BHP, etc.) Esta se sigue obteniendo con un pico de 7.000 rpm, pero el tacómetro permite 500 rpm extra.
- El recorrido de los pistones sigue siendo de 86 mm, pero el cilindro es más ancho, de 94 mm.
- También aumentó la compresión, pasando de 12,5:1 a 13,1:1.
- El torque crece de 211 Nm a 250 Nm, lo que no parece mucho, sin embargo, antes el pico se obtenía solamente a las 6.400 vueltas, mientras que ahora lo sentirás a los 3.700 giros, lo que aumenta notablemente la sensación de potencia y la entrega del auto, con menos esfuerzo.
Este motor se asocia a una caja manual de seis velocidades, con "punta-taco" electrónico, o automática de seis marchas con modo deportivo. El control de estabilidad tiene cinco modos y aparte, el auto viene con diferencial LSD de serie.
Ambos modelos no estarán disponibles en todos los mercados, así que pronto veremos dónde compartirán la calle y dónde serán modelos únicos. Lo importante es que ambas marcas no se han olvidado de los verdaderos entusiastas de la conducción, porque autos de estas características es muy difícil que se ofrezcan en un futuro próximo.
Presentación GR86 y BRZ en Japón.