La firma coreana KIA presentó en el marco del pasado Auto Show de París, el Rio de cuarta generación en su variante hatchback.
El KIA Rio 2018 exhibido en Nueva York, evidentemente mantiene los rasgos de diseño de su hermano hatchback, por lo menos hasta el poste C. Es decir que el frente con el ya conocido diseño Tiger Nose se mantiene, mientras que en el interior las formas y materiales también son idénticos. Donde cambia la cosa es en el tercer volumen, con la incorporación de un baúl bien integrado al resto del vehículo y que nos recuerda al Optima, es decir el aire de familia está presente.
La longitud queda en 4,384 mm, es decir unos nada despreciables 320 mm más que el hatch que mide 4,064 mm. Por su parte el baúl es de 388 litros, es decir 105 litros menos que su hermano de dos volúmenes y eso, sin abatir los asientos.
El habitáculo es espacioso y cuenta con la tecnología más demandada por los consumidores en los últimos tiempos tales como: el sistema de info – entretenimiento UVO3 con compatibilidad para Apple Carplay y Android Auto. La pantalla es táctil, flotante en la parte central superior del tablero y de 7”, desde donde además de las distintas funciones del equipo de audio de seis bocinas y la interfaz telefónica, también se despliegan las imágenes de la cámara de reversa.
Por lo menos para EE.UU., el KIA Rio Sedán 2018 llega con toda la seguridad: seis bolsas de aire, control de estabilidad, ABS y asistente de arranque en pendientes, por lo que la firma está apuntando a lograr cinco estrellas en las pruebas de impacto de la NHTSA.
Bajo el capó y para el mercado de Estados Unidos, encontramos un motor es un 1.6 litros GDI de inyección directa con 130 hp y 119 lb-pie de torque acoplado a transmisiones manual o automática de seis velocidades.