El espejo retrovisor es quizá el elemento más frecuente que se usa a bordo del auto, cuando se está conduciendo y es una gran herramienta a la hora de monitorear el tránsito que hay detrás del vehículo, ya sea durante el día o la noche. En este último es aún mayor el apoyo que da al volante, por lo que cuenta con una modificación que al accionarla, evita que el reflejo de las luces dañen el campo de visión y se pueda seguir monitoreando las unidades que vienen atrás.
El aditamento al que nos referimos y que pocas veces nos preguntamos cómo funciona es la protección antirreflejo en el espejo retrovisor. La manera en que actúa, es como si te pararas enfrente de una ventana dentro de tu casa en la noche con las luces prendidas, podrás ver claramente tu reflejo en el vidrio de la ventana.
Para poder hacer lo anterior, el espejo del retrovisor no está instalado completamente en vertical como cualquier otro –la superficie del vidrio tiene cierta inclinación hacia atrás, sin afectar el reflejo de lo hay enfrente. Si observáramos el espejo de lado fuera de su estuche, notarías que está en forma de cuña con el borde más grueso en la parte superior. Cuando volteas el espejo, la superficie inclinada está ahora apuntando hacia el techo, pero en ningún momento ves esa imagen. Lo que miras en realidad es el reflejo de lo que hay enfrente del espejo, esto es una figura un poco más turbia y con baja intensidad de luz, que a comparación de la imagen directa destellando, no daña tus ojos.
Para demostrar lo que te comentamos anteriormente, en la noche lleva una linterna a tu auto y juega un poco con el espejo retrovisor. Dale vuelta, observarás todo lo que hay detrás del auto como siempre, pero ahora ilumina el techo con la lámpara, podrás ver éste sin ningún problema y ya no distinguirás lo que se ubica atrás de la unidad. Esto pasa porque al dirigir la luz de esa manera eliminas la refracción y ahora puedes mirar lo que hay directamente enfrente del espejo.