Ecuador es un país que sufre por los fenómenos meteorológicos y, en particular, por las afectaciones que suponen las temporadas de lluvias y el desbordamiento de ríos, que no solo comprometen las vías rurales, sino también incluso las ciudades principales.
A ello, habría que sumarle que los destrozos causados por el invierno se intensifican gracias a la sumatoria de factores como ausencia de planes de prevención, acumulación de basura, falta de inversión, así como una infraestructura inexistente o desbordada, entre otros males.
Por ello, cada vez es más frecuente que las urbes queden a merced del agua e incluso algunas calles se convierten en arroyos o ríos que dejan todo bajo el agua y eso incluye, por supuesto, a nuestros queridos automóviles, los cuales, tras sufrir una catástrofe así, podrían presentar algunas fallas mecánicas o incluso ser declarados como pérdida total.
Conozcamos como las inundaciones afectan a los vehículos:
- Si el agua alcanzó una altura considerable (a la mitad del vehículo), es importante no intentar prender el auto, puesto que es casi seguro que haya ingresado agua al motor (en particular a los cilindros) y se puede presentar un golpe o choque hidráulico. Lo mejor es acudir al mecánico para secarlo por completo y retirar toda la suciedad.
- En algunos autos con varios años en el mercado, es probable que la transmisión también se comprometa, pues el agua podría haberse introducido al sistema. Lo mejor es desmontarla y revisarla.
- Considerando el tema del óxido, este proceso químico terminará por dañar las conexiones eléctricas y, por ende, el auto podría presentar problemas electrónicos. Las unidades computadorizadas, así como el alternador y los distintos sistemas eléctricos podrían colapsar.
- Debido al proceso de galvanización de las carrocerías, es difícil que los autos modernos presenten problemas con la corrosión, pero no hay que confiarse, puesto que algunos componentes internos (como tuercas o tornillos) podrían dañarse por la humedad.
- El agua, de por sí contaminada, podría dañar aún más las propiedades naturales de los líquidos del vehículo, como el aceite o anticongelante, así que es preciso cambiarlos por completo
- En general, los ductos del sistema de refrigeración y del aire acondicionado del vehículo pueden presentar filtraciones debido a la acción del agua.
- Por último, no olvides que la humedad puede arruinar por completo los tapizados y las alfombras del vehículo.