Este llamativo reloj es la primera pieza que surge tras la asociación de Aston Martin y la legendaria casa de relojes Girard-Perregaux.
Bautizado como Tourbillon with Three Flying Bridges - Aston Martin Edition destaca por el diseño, los materiales y la tecnología empleada en cada unidad.
Tal vez quieras conocer el exclusivo whisky de Aston Martin, cada botella cuesta 65.000 dólares.
Inspirado en el reloj de bolsillo Three Bridges del siglo XIX, este reloj de colección juega hábilmente con las proporciones las formas.
Lo primero que salta a la vista es la caja de 44 milímetros, hecha de titanio de grado 5 con revestimiento DLC negro (carbono tipo diamante) y el cristal de zafiro impuesto en ambas caras del reloj.
Como es costumbre en Girard-Perregaux, este cronógrafo contiene tres puentes que abarcan la esfera y están formados de titanio con tratamiento PVD (Physical Vapour Deposition) negro y ángulos pulidos.
Si bien Girard-Perregaux tiene una larga historia de hacer visible lo invisible, en este caso creó un reloj cuyo movimiento parece levitar dentro de la caja.
Esta obra es complementada por una correa de cuero de becerro y dotada de Rubber Alloy, un innovador inserto de goma inyectado con oro blanco.
Por último, cada una de las 18 unidades del Tourbillon with Three Flying Bridges - Aston Martin Edition tiene un precio de 120.000 euros (USD 146.000).
