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Porsche Taycan, prueba de manejo al mejor auto eléctrico del mercado

Si la electrificación es la evolución inevitable para el sector automotor, el Taycan es el nuevo referente de la industria.

Porsche Taycan, prueba de manejo al mejor auto eléctrico del mercado

Por fin, le pudimos poner las manos encima al Porsche Taycan, el primer auto 100% eléctrico de la marca de Stuttgart y en una frase, lo que te puedo decir, es que superó y por mucho, todas mis expectativas.

El Taycan es, sin temor a equivocarme, el mejor eléctrico del mercado. Pero va mucho más allá, y quizá suene muy aventurado, pero probablemente sea el mejor auto de la actualidad. Representa un antes y un después para toda la industria y es el nuevo referente con el que a partir de ahora se tendrán que valorar todos los autos, bien sean deportivos, eléctricos o de lujo.

Es que no puedo pensar en otro vehículo que entregue un manejo tan deportivo como este, pero al mismo tiempo sea un auto familiar tan: silencioso, refinado y cómodo, o bien, que incorpore tantas innovaciones tecnológicas. El Taycan es lo mejor de todos los mundos y, no por nada, ya es el auto más vendido de la marca en Europa, superando por buen margen a los SUV Cayenne y Macan, cuyo precio es sustancialmente inferior.

Es absurdamente rápido

Al activar el launch control, el Taycan Turbo S acelera de forma brutal, tanto que te pega al respaldo con violencia, de 0 – 100 km/h en 2,8 segundos y a 200 km/h en 9,8 segundos, mientras que el cuarto de milla lo consigue en 11,1 segundos.

Pero el número no hace justicia, la sensación es literal de vértigo, el Taycan es capaz de generar 1.0 g; es decir, lo mismo que sientes al ir en caída libre, como si te lanzaras en paracaídas. Todavía más sorprendente resulta que logre estas cifras considerando que pesa 2,3 toneladas. Por supuesto frena y cruza de tal forma, como si todos esos kilos no estuvieran ahí.

El Taycan Turbo S tiene 750 hp y 1.048 Nm de torque, producidos por dos motores eléctricos montados en cada eje. Es también el primer eléctrico en emplear una transmisión de dos velocidades.

Deportivo con todas las de la ley

El objetivo no solo era entregar un auto que pudiera acelerar de manera contundente en una o dos ocasiones, sino que entregara el mismo desempeño una y otra vez, como cualquier Porsche. El Taycan lo logra, gracias entre otros factores al embobinado tipo horquilla de los motores eléctricos. Esta técnica permite un 70% de densidad de cobre, versus el 45% de un embobinado tradicional. Pero, ¿qué beneficios tiene esto? Simple, estos motores eléctricos entregan mayor torque y se enfrían más fácil; entonces, ¿por qué razón no los utilizan otras marcas? Son más complejos y costosos de fabricar.

En pruebas, el Taycan ha demostrado que es capaz de acelerar de 0 – 200 km/h una y otra vez sin parar, hasta en 26 ocasiones consecutivas, con una variación entre el tiempo más bajo y el más alto, de apenas 0,8 segundos. Así mismo, fue capaz de rodar en la pista de Nardo durante 24 horas, logrando una distancia de 3.425 km; es decir, una velocidad promedio de 143 km/h, incluyendo las paradas para recargar la batería.

Suficiente autonomía y mucha velocidad de recarga

La batería del Taycan es de iones de litio, de 93 kWh, con lo cual es capaz de entregar 450 km de autonomía para el Turbo y 412 para el Turbo Si vas a decir: “Pero el Model S tiene más rango, mejor compra el Tesla.” Lo siento, estás comparando peras con manzanas. El Porsche es un deportivo muy serio, por su parte, el Tesla es un auto que acelera con mucha fuerza en línea recta, hay un mundo de diferencia. Por cierto, los módulos de la batería son intercambiables, por lo que, si se dañara alguno, es posible reemplazarlo sin tener que cambiar el paquete completo.

Gracias a su arquitectura de 800 voltios, el Taycan puede entregar mayor potencia de forma continua; el amperaje es más bajo, con lo cual se pueden utilizar cables más pequeños y, lo más importante, la carga se puede hacer mucho más rápido. De momento no existe un sistema que permita explotar todo ese potencial, pero eventualmente el Taycan se podrá recargar en el mismo tiempo que hoy le toma a un Porsche convencional repostar gasolina.

Frenada regenerativa

El Porsche Taycan lleva de serie un sistema de frenos con cobertura de carburo de tungsteno con discos de 420 mm delante y mordazas de 10 pistones; por su parte, en el Turbo S el sistema es carbono cerámico de serie. Sin embargo, hasta 90% de la gestión de frenada se realiza mediante los motores eléctricos. ¿Cómo? Simplemente al oprimir el pedal de freno.

Al presionar el pedal, lo que te detiene son los motores eléctricos y únicamente cuando el computador recibe la señal de que es necesaria mayor fuerza de frenado, es que entra en acción el potente sistema mecánico.

La sensación del pedal es completamente natural y el conductor jamás se entera en qué momento son los motores eléctricos o los frenos físicos los que actúan. Más sorprendente aún es que transmite niveles de confianza para frenar, equiparables a los de un auto de carreras.

Por si fuera poco, el Taycan puede regenerar hasta 265 kW de energía de la frenada, una locura, con lo cual, al ir frenando, vas recuperando cantidades indómitas de corriente.

Influencia de Tesla

Hay que darle crédito a la marca fundada por Elon Musk, sin el Model S, no estaríamos manejando hoy el Porsche Taycan. Es que nos guste o no, Tesla le mostró al mundo que había mercado para autos eléctricos muy por encima de los 100 mil dólares y que la autonomía requerida no era un sueño reservado para dos décadas más adelante.

Enormes pantallas en el interior, conexión a internet y capacidad de actualizarse en línea, techo de cristal, así como manijas retráctiles e incluso el baúl frontal, son también aportes de Tesla.

La firma norteamericana sentó un precedente y un estándar, Porsche sabía que debía superarlo. El Model S P100 D de alguna manera permitió que naciera el sorprendente Taycan y quizá este último provoque que Tesla reaccione de una manera igualmente espectacular. Esperemos que así sea.

Algunas curiosidades del Porsche Taycan

  • Aunque el diseño es innegablemente Porsche, el Taycan es el más aerodinámico de toda la gama con un coeficiente de penetración de 0,22, para poner en perspectiva, el del Model S es de 0,24.
  • El Taycan cuenta con una suspensión neumática ajustable y con regulación de altura, por lo que puede ser suficientemente suave para uso cotidiano e incluso elevarse tanto que será difícil que golpee en un bache o rampa, pero también puede ser muy duro y bajo, para ofrecer un manejo tan deportivo como el de un GT3.
  • Las salidas de aire ubicadas en la consola central se manipulan de manera computarizada, ¿la razón? simplemente entregar un gadget, puesto que lo más fácil hubiera sido permitir que los pasajeros las controlaran con una palanca.
  • El aislamiento acústico es soberbio, equiparable a los sedanes y SUV más lujosos del mercado, los vidrios y parabrisas son tan gruesos que los lectores de las casetas no son capaces de detectar el TAG, por lo que siempre tendrás que sacarlo por la ventana.

  • Hay una función para activar un sonido del motor, evidentemente no esperes el icónico ronroneo del bóxer de seis cilindros de Porsche; en cambio, el Taycan genera un sonido parecido al de un Caza Estelar de la Guerra de las Galaxias. Eso, en conjunto con la velocidad de despegue del launch control activado, literal sientes que estás saltando al hiperespacio.
  • Cuenta con comandos de voz intuitivos, muy parecido como funcionan los asistentes virtuales de última generación, de tipo Alexa o Siri. Es decir, le dices al sistema “tengo frio” y automáticamente eleva la temperatura, por dar un ejemplo.
  • Las versiones se identifican como Turbo y Turbo S, pero el Taycan no tiene motor térmico y, por ende, mucho menos turbocargador. ¿La razón? Según Porsche es una nomenclatura que ya entienden a la perfección sus clientes, así, de manera natural ya sabes que Turbo S es el más poderoso de la gama.
  • ¿Encontré algo que no me gustara? Sí, el techo de cristal opcional. No lo pediría, primero porque si bien logra aislar el exceso de luz, no es capaz de hacer lo mismo con la temperatura. Entonces, la cabina se calienta mucho.

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