De un tiempo para acá, algunas calles y avenidas de las grandes ciudades se han llenado de postes plásticos, los cuales están incrustados en el asfalto. Pero, ¿cuál es el propósito de tales elementos de color naranja o amarillo que se encuentran en las vías?
Pues bien, el principal objetivo de tales postes es evitar que los conductores crucen las intersecciones en diagonal y, por consiguiente, ayudan a elevar la seguridad de los peatones. Esto quiere decir que obliga a los conductores a ampliar el radio de giro al momento de dar una vuelta, en lugar de hacerlo casi en línea recta.
Además de provocar que los automovilistas amplíen su radio de giro, también beneficia que se reduzca la velocidad en las vueltas en las esquinas. Todo esto hace que las intersecciones sean más seguras para los peatones.
De acuerdo con diversos estudios, tales elementos plásticos ayudan a que la velocidad de giro disminuya 7%. También se determinó que el rango de conductores que tomaron los giros a velocidades superiores a 25 km/h cayeron 36% en las intersecciones modificadas.
Sin duda, estos postes pueden considerarse como salvavidas, puesto que la velocidad de un vehículo en un atropellamiento está relacionada con el riesgo de lesiones graves.
Está comprobado que los vehículos que giran a la izquierda no viajan tan rápido como los que van en línea recta, lo que representa más de la mitad de todas las muertes de peatones en las intersecciones. En todo caso, las probabilidades de que un peatón sufra una lesión grave aumentan de 1 en 10 a 1 en 4, a medida que la velocidad de impacto aumenta de 28 km/h a 40 km/h.