No llegará al mercado hasta el año 2010, pero viendo esta imagen ya podemos hacernos una idea de cómo será el futuro Volvo S60, que insinúa que será uno de los modelos con mayor personalidad en el segmento CD Premium, a medio camino entre los compactos sedán y los sedanes medios.
En la silueta se puede apreciar claramente la depurada línea del techo de estilo coupé, acompañada por nuevos trazos curvos que generan en los hombros unas siluetas totalmente nuevas e inéditas y que recorren por completo los laterales del S60. Se trata de una suave ola doble que arranca en los faros de la parte delantera y que finaliza en los grupos ópticos posteriores.
Según el director de diseño de Volvo Cars, "la inspiración procede de los mares y acantilados de la costa sueca y el exterior del concept es un claro reflejo de lo que los clientes pueden esperar del futuro S60. Y en el interior hemos sido incluso más atrevidos: aquí, nos hemos centrado más en crear una visión de futuro con una perspectiva ligeramente más larga."
Entre las características del interior destaca la consola central flotante fabricada con cristal Orrefors tallado a mano. También aquí se forma una onda que recorre desde el tablero de instrumentos hasta el asiento trasero. El panel de cristal parece flotar sobre las funciones de la consola central y descansa ligeramente sobre almohadillas de goma.
Uno de los objetivos del interior se ha centrado en el diseño de la consola central, en la que se ha empleado cristal puro y no se descarta el uso futuro de este material en otros componentes.
En el habitáculo, que tiene cuatro asientos individuales, se mantiene la característica consola de los modelos de Volvo, en este caso de cristal de Orrefors, y que se prolonga hacia las plazas traseras. Está iluminada en varios colores para que «el suave resplandor del cristal se puede personalizar según el estado de ánimo del conductor.
El cuadro de instrumentos tiene un indicador de velocidad en forma de espiral, que muestra en un plano más cercano las velocidades bajas y, según se aumenta la velocidad, aparece la indicación más alejada. Tiene un sistema de información proyectadas sobre el parabrisas («HUD, Head Up Display»).
El arranque es por botón y el freno de estacionamiento eléctrico. Tiene un motor de gasolina de 1,6 litros GTDi (sobrealimentado mediante un turbocompresor y con inyección directa) que alcanza 180 CV. La caja de cambio es de doble embrague «Powershift». La palanca va en posición horizontal cuando se utiliza en el modo automático. Si se pasa a modo manual, se coloca en posición vertical.
Seguridad
Tiene un sistema de advertencia de colisión diseñado para tratar de evitar los atropellos. Es una evolución del sistema «City Safety» que ya tiene el XC60 y que es capaz de detectar un obstáculo (no un peatón) y frenar por sí mismo para evitar el choque. El obstáculo puede estar parado o en movimiento.
Mediante un radar, que detecta obstáculos delante del vehículo, y una cámara de vídeo, que recoge imágenes que luego son procesadas por una centralita capaz de identificar a una persona (el funcionamiento del radar, por sí mismo, no puede hacerlo), este dispositivo es capaz de evitar por sí solo una colisión contra un peatón si circulamos a menos de 20 km/h.
Al día de hoy, este tipo de sistemas anticolisión dan, en el caso de Volvo, una deceleración de hasta el 50% de la que es capaz de suministrar el equipo de frenos. Ahora, el frenado automático lo hace con toda la intensidad posible. Este dispositivo también es capaz de evitar el choque por alcance entre dos vehículos cuyas velocidades no difieran en más de 25 km/h.
El radar va colocado en el frontal del vehículo, mientras que la cámara está situada en el conjunto del espejo retrovisor interior. Hasta ahora, el programador de velocidad activo mediante radar («ACC») operaba a velocidades superiores a 30 km/h. Si el tráfico era más lento, el sistema se desconectaba y el conductor debía actuar sobre el acelerador y el freno.
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